DISPARADO EL DOLAR PERMUTA
El dolar permuta alcanza niveles extraordinarios, reflejando la inestabilidad económica que afecta la realidad nacional.
Las transacciones realizadas en las últimas semanas presagiaban esta subida. El BCV aparece inerme ante la realidad que debe afrontar. Los resultados de todos los índices económicos apuntan a un colapso de la política económica gubernamental. La inflación podría alcanzar el 50% para el primer semestre del año. La escasez de los productos básicos y la persecución a la actividad productiva privada destacan entre los factores de inseguridad para la inversión.
Cada día que transcurre sin decisiones adecuadas, dentro del marco de la política monetaria, alimenta los temores de los inversionistas. Imposible imaginar un escenario donde las divisas petroleras no cubren la demanda creciente para afrontar el flujo enorme de importaciones de productos terminados. Los requerimientos de la golpeada industria nacional no son cubiertos con los dólares preferenciales, obligando a acudir a los productores al mercado paralelo. Este se sitúa por encima de los niveles pronosticados para el próximo año. Es decir, se alimenta un proceso inflacionario galopante.
El incremento del valor del dolar permuta significará un duro golpe a las aspiraciones de mantener los índices de inflación por debajo del 30% anual.
Las perspectivas no son claras y el ciudadano común está acudiendo a la protección de su inversión en divisas fuertes.
El Bolívar ha perdido totalmente credibilidad para el ahorrista.
Tiempos difíciles se avecinan.
Las transacciones realizadas en las últimas semanas presagiaban esta subida. El BCV aparece inerme ante la realidad que debe afrontar. Los resultados de todos los índices económicos apuntan a un colapso de la política económica gubernamental. La inflación podría alcanzar el 50% para el primer semestre del año. La escasez de los productos básicos y la persecución a la actividad productiva privada destacan entre los factores de inseguridad para la inversión.
Cada día que transcurre sin decisiones adecuadas, dentro del marco de la política monetaria, alimenta los temores de los inversionistas. Imposible imaginar un escenario donde las divisas petroleras no cubren la demanda creciente para afrontar el flujo enorme de importaciones de productos terminados. Los requerimientos de la golpeada industria nacional no son cubiertos con los dólares preferenciales, obligando a acudir a los productores al mercado paralelo. Este se sitúa por encima de los niveles pronosticados para el próximo año. Es decir, se alimenta un proceso inflacionario galopante.
El incremento del valor del dolar permuta significará un duro golpe a las aspiraciones de mantener los índices de inflación por debajo del 30% anual.
Las perspectivas no son claras y el ciudadano común está acudiendo a la protección de su inversión en divisas fuertes.
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Tiempos difíciles se avecinan.
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