Sargento y marino atracan a taxista en Margarita
Inepol detiene a dos marinos de fragata por atraco a taxista
Los tripulantes implicados en el caso, alterados ante la situación, le indicaron a los policías que no podían detenerlos, ya que ellos eran militares. Los jóvenes están a la orden del Ministerio Público en el estado. ROSALYMIR GUERRA FERNÁNDEZ
Emmanuel Cartone, sargento de segunda, de 21 años, y Carlos Camacaro (22), marino, adscritos a la fragata Luis Brión F22 que estaba de paso por la Isla, a las siete de la noche del martes tomaron un taxi en la vía principal de Pampatar, en el municipio Maneiro.
El sargento de segunda y el marino, vestidos de civil, pidieron al taxista perteneciente a la línea Aventura que los llevara al muelle de Playa Valdés, donde supuestamente se encontrarían con unas damas.
Subieron al vehículo y cuando llegaron cerca del centro comercial La Vela, los jóvenes de la fragata supuestamente dijeron al taxista: “¡Esto es un atraco!”, y lo golpearon en la cabeza.
Subieron al vehículo y cuando llegaron cerca del centro comercial La Vela, los jóvenes de la fragata supuestamente dijeron al taxista: “¡Esto es un atraco!”, y lo golpearon en la cabeza.
Le pidieron que entregara los dos teléfonos que tenía, el radio de transmisión y el dinero que había hecho en el día.
Por temor a ser asesinado, el conductor accedió a las exigencias. Se detuvo cerca de una maleza, para que los asaltantes lo dejaran y huyeran.
Por temor a ser asesinado, el conductor accedió a las exigencias. Se detuvo cerca de una maleza, para que los asaltantes lo dejaran y huyeran.
Con lo que no contaban los osados marinos, era que un oficial del Instituto Neoespartano de Policía (Inepol), también vestido de civil, iba en otro vehículo tras la unidad. El oficial, al percatarse de que los ciudadanos corrían dentro de la maleza, se acercó hasta el carro.
Allí constató la situación. En ese instante, un motorizado del mismo cuerpo de seguridad que efectuaba labores de patrullaje apareció en escena. El policía informó a su compañero lo que ocurría para que rastreara a los delincuentes.
Mientras los funcionarios buscaban a los presuntos atracadores, éstos se dirigieron, casualmente, a una base de la línea Aventura para tomar otro taxi. Presuntamente, relataron allí que un taxista los quiso asaltar.
Mientras los funcionarios buscaban a los presuntos atracadores, éstos se dirigieron, casualmente, a una base de la línea Aventura para tomar otro taxi. Presuntamente, relataron allí que un taxista los quiso asaltar.
Luego de que otro chofer saliera de la sede, los conductores fueron notificados por radio del atraco a su compañero. Esto les hizo presumir que los dos jóvenes que habían tomado minutos antes el servicio tenían que ver con el caso.
Dieron parte a la policía, quienes radiaron la unidad y preguntaron hacia dónde se dirigía. Prepararon vía telefónica una “emboscada” para capturarlos. Cerca del módulo del Inepol en Pampatar, por donde pasarían los presuntos asaltantes, los funcionarios motorizados hicieron una barricada y bajaron del taxi a los ocupantes. Los “pegaron” contra la pared y los requisaron. Éstos, alterados, supuestamente gritaron a los policías que ellos no tenían autoridad para detenerlos porque son militares. Cuando el taxista atracado llegó al sitio, los identificó y aseguró que éstos lo apuntaron con un arma para atracarlo.
Entre 10 a 15 funcionarios de la Guardia Costera se apersonaron a la base del Inepol en Maneiro para conocer acerca de lo ocurrido.
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