El territorio de Bayón ya tiene capos: El Pelón Natera y el Anderson

Sólo hay que cambiar el nombre del Gordo Bayón y todo quedará igual
                                        Sólo hay que cambiar el nombre del Gordo Bayón y todo quedará igual


Los nuevos capos del territorio que era del gordo Bayon parecen ser dos sujetos que llaman el Pelón Natera, (Eduardo Natera) (31) y el Anderson, (Anderson Pereira)(34). Casualmente ambos estarían relacionados con la muerte de Yorman Márquez Rodríguez, ocurrida el lunes en la noche en Caracas.
El primero, el pelón Natera, se atribuyó el crimen y el segundo habría sido el contacto con los sindicalistas de Sutiss para establecer la ruta de vida del Gordo Bayón, a fin de poder ejecutarlo.
Esto significa que dos nuevos delincuentes, ambos con prontuario policial, pasan a ser los nuevos jefes de 245 mil kilómetros cuadrados que conforman el estado más grande de Venezuela en las áreas económicas que controlaba el Gordo Bayon que incluían narcotráfico, sicariato, cobro de vacuna, contrabando y trata de blanca.
Claro, esto no es posible a menos que esos capos del delito no cuenten con su respectiva protección y apoyo desde las esferas del gobierno. De este gobierno. De capos chavistas o en todo caso rojos rojitos.
Pero ¿Quiénes son el Pelón Natera y el Anderson? El primero es un joven de 31 años de edad recién cumplidos que fue delantero del equipo de fútbol Minerven, uno de los más antiguos del estado y quien se retiró por lesiones en las rodillas.
El Pelón Natera estuvo preso en la cárcel de El Dorado, de donde se fugó, apoyado por efectivos de la Guardia Nacional, comandados por un capitán de la GN en el 2009, quienes “lo sacaron a rastras” del penal (palabras textuales según la prensa, de sus abogados defensores).
El segundo está vinculado al sector de la construcción, concretamente al sindicato de Sutrabolívar y los informes de inteligencia de los cuerpos de seguridad, señalan que es el jefe.
Estuvo preso en la cárcel de Vista Hermosa por el asesinato de otro dirigente del sindicato de la construcción.
Ahora bien, si alguien en el gobierno se toma la molestia de revisar la prensa local en el aparte de sucesos, encontrará como estos dos jóvenes, al igual que el Gordo Bayón y el capitán cuyo nombre verdadero es Fanor San Clemente son asiduos actores en estas.
Tercera purga por el control
Esta es la tercera purga que ocurre entre estos capos de la droga, desde el 2012 para acá en la que están involucrados funcionarios de la policía del estado Bolívar y de Patrulleros del Caroní, lo que significa que sin ser muy inteligentes se puede concluir que estos delincuentes tienen panas en el gobierno regional y municipal.
Esta purga comenzó con el asesinato de un menor de edad, que era el lugarteniente del Capitán, socio del Gordo Bayón.
Le llamaban “el Danielito”, tenía 12 años y para su corta edad, ya tenía varios muertos y se entretenía violando carajitas y filmándolas, pero como decía su abuela en las declaraciones a la prensa: “A él lo mataron porque a los policías le daba rabia que él tuviera motos, pues ese era su hobby”.
Al hermano de este muchacho lo mataron el año pasado y un tío del jovencito estuvo vinculado al caso de los cinco dirigentes del sector construcción acusados presuntamente del delito de extorsión a un empresario.
A finales de abril de este año, la Federación de Sindicatos de la Construcción secuestró por 18 horas a las autoridades del Palacio de Justicia y hasta que no logró que los cinco imputados a quienes se les había dictado privativa de libertad y se les había ordenado su traslado a la cárcel de La Pica fueran dejados en Guayana, en la comisaría del CTE Cachamay, (casualmente el mismo sitio donde estuvieron presos el Gordo Bayón y el Capitán en el 2012 por la masacre de Vista Alegre) no fueron liberadas las autoridades judiciales, incluido el presidente del Circuito Judicial, Gilberto López, la jueza del caso, las dos fiscales y alguaciles y empleados de los tribunales.
Si alguien pensó que iba a ocurrir algo, que a los secuestradores, convictos y confesos de la construcción les pasaría algo, pues se equivocó porque Bolívar es el mundo medroso, es decir aquí todo es al revés, la gente de bien es amenazada y los delincuentes liberados.
Claro, repito, eso pasa porque desde el poder los protegen porque los ciudadanos votan por quienes deben representar sus intereses que al final terminan representando a sus intereses donde no estamos precisamente los ciudadanos.
Los últimos días del Gordo Bayón
El mes pasado mataron en su casa, un miércoles en la noche a un sujeto a quien llamaban “el marquito”. Tres días después mataron a su asistente. Ambos pertenecían a la banda del gordo Bayón. Aquí comenzó la segunda purga.
La tercera comenzó con la muerte del Gordo Bayón, lo que significa que vienen más.
Les juro que la historia es larga y complicada pero si el gobierno central se trae a un equipo del G2 Cubano de esos que le han instalado salas situacionales por todo el país al gobierno nacional, con revisar la prensa local, pueden construir la red de cada una de estas bandas. Sus integrantes están relacionados con todos y cada uno de los delitos que reflejan los periódicos.
Esa misma efectividad que ha demostrado el gobierno para decir que hay una conspiración para cometer un magnicidio contra nuestro presidente Nicolás Maduro, norma copiada de Cuba, con la que el régimen castrista se ha mantenido como víctima de la maldad norteamericana por más de 50 años, pueden aplicarla para desarticular estas asociaciones criminales y así lograr que el ciudadano de a pie como dicen los sociólogos balurdos, los residentes de barrios y urbanizaciones tengamos un poco de paz, de seguridad.
Pero regresando al asunto del Gordo Bayón, si éste hubiera leído mejor los mensajes que le enviaban los escenarios delictuales en donde estaban involucrados miembros de su banda, a lo mejor él no hubiese muerto.
Pero el Gordo Bayón se sentía protegido y poderoso pues se daba el lujo de asistir a las reuniones del comité sindical con los ministros y representantes del gobierno nacional.
Él estaba allí porque un alto funcionario del gobierno había insistido en la necesidad que fuera así “porque desde el sindicato de la construcción están preocupados por la falta de cabilla y eso afectaba a la Gran Misión Vivienda Venezuela”. O sea al techo de todos los venezolanos.
Según los cobardes del comité ejecutivo de Sutiss, pues no tienen otro nombre, todos habían sido amenazados por dirigentes del sindicato de la construcción por eso aceptaban al Gordo Bayón en sus reuniones.
Bayón y su familia se vanagloriaban que gracias a ellos el gobierno nacional había logrado suspender los paros y conflictos en Sidor.
Incluso el levantamiento del último paro de Sidor suspendido a mediados de mayo, lo había alcanzado Bayón, después que pusiera en tres y dos a los sindicalistas de Sutiss, todos afectos al gobierno chavista.
Por eso el comité ejecutivo de Sutiss había regresado de Caracas como el perro arrepentido con la cola entre las piernas y había dicho en el portón tres de Sidor que “por ahora los objetivos no se lograron, compañeros suspendamos el paro y aceptemos ir a Caracas a discutir las 14 cláusulas que faltan del Contrato Colectivo”.
La salida del General Javier Sarmiento de la presidencia de Sidor no tiene relación con presuntas irregularidades como han regado a través de “radio bemba”.
Parece tener vínculos con el hecho de que hace quince días cuando el gobierno puso a disposición de los sindicalistas de Sutiss un avión de la Fuerza Armada, el presidente de Sidor se negó a que Bayón subiera junto a once miembros más del sindicato de la construcción por la prohibición de salida del estado que pesaba sobre Yorman Márquez.
Sidor está penetrado por la delincuencia en el nivel jefatural y supervisorio, lo está en el sindicato y en el ámbito laboral, por eso, José Luis Hernández y José Meléndez, el primero del Movimiento Orinoco y el segundo de Alianza Sindical, del Movimiento 21 y de la FBT, se negaron a hablar sobre el Gordo Bayón.
Ellos saben más de lo que dicen y no se atreven a decir nada. Y mientras tanto que siga la fiesta, que los ciudadanos estamos condenados a vivir sometidos no bajo el imperio de la Ley sino bajo el imperio de la delincuencia.
Al gordo Bayón lo matan porque en el sindicato lo vendieron. Algún trabajador de esos que tiene derecho, del sector de los tercerizados, de esos que no habían conseguido trabajo antes porque los habían excluido como dicen en el gobierno, obtuvo la información necesaria para conocer los pasos de Bayón.
Este a su vez se la llevó al Gato y al gordo (otro), también sidoristas y tercerizados de la banda del Anderson y éste y Natera montaron la logística.
Lo demás fue carpintería. Hoy posiblemente entierren al Gordo Bayón y se iniciará un nuevo capítulo de esta historia cuyos personajes son conocidos pero el gobierno no logra ver.
Los ciudadanos trabajadores, decentes, tendremos que mudarnos de Bolívar. Lo otro es que nos pasemos para las fuerzas del mal y señores, todo es posible.
 
 

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