En Venezuela sí hubo golpe de Estado: María Corina Machado Parisca
En Venezuela sí hubo golpe de Estado: María Corina Machado Parisca
La diputada opositora en la Asamblea Nacional, quien fue víctima de violencia física en el Parlamento de su país, afirma que con el despliegue de militares en las calles, el gobierno de Maduro perdió legitimidad
Julio de la Torre
02/06/2013 05:55
Perseverancia Machado afirma que el siguiente objetivo de la oposición y el pueblo es seguir con la lucha para recuperar la democracia en Venezuela.
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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de junio.- A María Corina Machado le tocó la peor parte del enfrentamiento a golpes entre diputados chavistas y opositores en la Asamblea Nacional de Venezuela, pues debió someterse a una cirugía para corregir cinco fracturas en el tabique nasal.
El zafarrancho ocurrió luego de que el presidente de la Asamblea, el oficialista Diosdado Cabello, se negó a dar la palabra a los diputados que no reconocieran a Nicolás Maduro como presidente.
Tras ese episodio, los diputados opositores iniciaron una campaña de “diplomacia parlamentaria” que los ha llevado a hablar ante los legisladores de otros países de América Latina para alertar de la situación política en Venezuela.
En su visita a México, María Corina Machado aseguró a Excélsior que en su país ya ocurrió un golpe de Estado militar y lamenta la falta de atención al conflicto por parte de organizaciones como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), cuyos presidentes “han traicionado a los venezolanos”.
¿Cómo están los derechos humanos en Venezuela tras la elección y la llegada al poder de Nicolás Maduro?
Ésa es una forma muy suave de ponerlo, yo creo que hay que llamar a las cosas por su nombre. En Venezuela no existe una democracia, en Venezuela hoy hay una neodictadura. Yo creo que aquí ya no hay espacio para los eufemismos con los que nosotros estamos viviendo y sufriendo. Esto no es un régimen clásico, no es una dictadura clásica porque tiene una fachada democrática, pero eso no la hace menos peligrosa, por el contrario, la hace mucho más difícil de combatir.
Si bien este régimen no tiene legitimidad de origen y ha perdido con su comportamiento la legitimidad de su desempeño por todo este tema de persecución a los medios de comunicación, este tema de militarizar el país, es decir, que (el presidente Nicolás) Maduro haya sacado el ejército a la calle, con fusiles de guerra, es una barbaridad, todos sabemos que los militares en la calle asustan a todo mundo menos a los criminales, por eso insisto en que ya tuvo lugar un golpe de Estado militar, eso es una evidencia más.
Si las protestas pueden ser reprimidas y el conteo de votos no se está haciendo como lo pidió la oposición, ¿qué camino se puede seguir?
Con la gente, con los ciudadanos. Es el poder de la gente que sale a votar, el poder de la gente que exige que su voto se cuente, el poder de la gente que no baja la cabeza dentro y fuera del país.
Los presidentes de la Unasur hasta ahora no han dado una respuesta...
Los presidentes, los gobiernos de América Latina han traicionado a los venezolanos. Pensar que en estos 14 años se ha destruido la democracia en Venezuela, que no haya habido una voz en estos últimos tiempos, una voz, perdón, hubo una, el embajador (de Panamá, Guillermo A.) Cochez ante la OEA (Organización de Estados Americanos), y sabemos lo que ocurrió al poco tiempo (Panamá lo despidió tras asegurar que Hugo Chávez murió en febrero).
Es muy doloroso para nosotros porque en Venezuela durante generaciones, durante décadas, sus gobiernos de distintos partidos siempre fueron valientes, consistentes, promotores de la democracia en nuestro continente.
Yo no quiero generalizar porque las circunstancias son muy difíciles, muy distintas en América Latina. Desde luego hay algunos países donde se ha establecido una relación de dependencia con el petróleo
venezolano, muy bien pensada con la asesoría cubana, y que son gobiernos que en el fondo,
yo estoy convencida que no
comparten los valores del chavismo, pero que lo necesitan desde la perspectiva económica política.
venezolano, muy bien pensada con la asesoría cubana, y que son gobiernos que en el fondo,
yo estoy convencida que no
comparten los valores del chavismo, pero que lo necesitan desde la perspectiva económica política.
En el caso de México, ¿qué respuesta han recibido?
A raíz de los últimos eventos, tanto el golpe a la soberanía popular del 14 de abril, como el golpe al Parlamento el 30 de abril, ha habido un despertar. Yo siento que ha sido tan evidente la naturaleza totalitaria de este sistema, al ordenar la agresión física de diputados, al haberle negado el derecho de palabra en un Parlamento es algo que trasciende lo que se puede justificar con propaganda.
Eso ha generado una reacción que no habíamos visto antes, de enorme solidaridad tanto en la gente, de los expertos, los analistas, pero también en los parlamentos, y esto ha sido muy positivo, porque nosotros hemos llevado adelante lo que hemos llamado la diplomacia parlamentaria, llevamos casi 30 misiones de parlamentarios venezolanos que nos están invitando de todos los parlamentos de América Latina, y yo lo decía el otro día en Santiago, que para mí era un descubrimiento el hecho de que al pretender callar mi voz en el Parlamento, se me hayan abierto los congresos de AL.
Con México estoy muy satisfecha, tuvimos reuniones el día de ayer (jueves) con el presidente de la Cámara de Diputados y con la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado; la senadora Gabriela Cuevas, quien la preside, ha sido muy clara y muy firme en entender y apoyar la causa venezolana, y con un grupo muy importante de diputados que forman parte de la Comisión de Relaciones Exteriores, ahí habían diputados de todos los partidos, cosa que me sorprendió gratamente, PRI, PAN, PRD, PT se manifestaron, entendiendo lo que ocurre en Venezuela, de modo que yo quiero pensar que ese cariño y esa historia conjunta que hemos tenido México y Venezuela en el pasado, hará surgir una voz desde aquí, con firmeza, con liderazgo, con autoridad moral para que América Latina reaccione.
Usted hablaba de los grupos, de los sectores tanto domésticos como internacionales a los que no les convendría un relevo en el poder, ¿cuáles son?
Los nacionales son bastante evidentes, estoy segura que ustedes habrán escuchado unos audios que como venezolana me avergüenza que se divulguen, pero son el mejor reflejo de lo que está ocurriendo. No es que nos sorprendan, pero ahí está hablando de todo tipo de transacciones dolosas que incluye sin lugar a dudas el narcotráfico.
Todos sabemos cómo Venezuela se ha convertido en el principal puente de la droga que va a Centroamérica. Pero además sabemos algo, frente a los resultados del Plan Colombia, la Iniciativa Mérida, la forma como se está presionando sobre
Centroamérica, a dónde se van a ir esas operaciones del narcotráfico, porque queda o el Pací-
fico, que tiene unos altos costos a la transacción, o Vene-
zuela, donde ya se está sintiendo.
Centroamérica, a dónde se van a ir esas operaciones del narcotráfico, porque queda o el Pací-
fico, que tiene unos altos costos a la transacción, o Vene-
zuela, donde ya se está sintiendo.
De modo que siendo el narcotráfico y estos grupos operaciones globalizadas, tiene que tener un ataque, un combate globalizado también. Por eso nosotros hemos insistido que no hay proceso de paz sostenible en Colombia si no hay gobierno democrático en Venezuela que combata fuertemente al narcotráfico, la guerrilla y el paramilitarismo, no va a haber, jamás.
Y la mejor evidencia es esto que acaba de ocurrir, el chantaje de Maduro por la reunión de Capriles con Santos. ¿Qué pusieron en evidencia? Que no les importa para nada la paz en Colombia. Que no le importa ponerla en riesgo, un vil chantaje, porque al fin y al cabo tanto el gobierno cubano como el gobierno venezolano tienen vinculaciones con grupos irregulares en Colombia y eso es sabido por todos.
¿Las posiciones asumidas por Nicolás Maduro ahora son producto de su lucha interna con Diosdado Cabello?
Yo pienso que, sin lugar a dudas, las tensiones entre ellos hacen que algunos traten de ganar méritos con los más radicales de su sector para parecer el verdadero radical, el verdadero revolucionario, y eso es peligrosísimo porque se convierte en un círculo perverso de quién es más ofensivo, quién es más violento, quién es más antidemocrático.
Ahora bien, yo al final siento que lo que está prevaleciendo hoy día en Venezuela es la indiferencia cubana y decisiones que se toman en Cuba.
Yo les pregunto a ustedes como mexicanos, qué sentirían ustedes si funcionarios de un gobierno extranjero, cualquiera, controlara su sistema de identificaciones. O controlaran sus notarías, sus registros mercantiles, peor aún, si hubiera oficiales de un gobierno extranjero, de un ejército extranjero, dándoles órdenes a generales mexicanos. ¿Cómo se sentirían? ¿Cómo creen ustedes que nos sentimos los venezolanos de que usen nuestros generales, oficiales y soldados institucionales, que son la mayoría? Esto es la entrega de la soberanía nacional y la humillación más grande que puede sufrir un país porque es la destrucción al final de la República.
¿Y ahora qué sigue, esperar la descomposición completa de este régimen? ¿En este caso qué ofrece la coalición opositora a los venezolanos?
Le agradezco la pregunta porque eso sería lo más peligroso que pudiese hacer cualquier liderazgo político frente a un régimen de esta naturaleza. Lo que sigue es lucha, lucha y más lucha. Es el espíritu de lucha lo que hizo que ganáramos el 14 de abril diga lo que diga el chavismo.
Vienen tiempos muy duros, por eso estoy aquí, porque vamos a necesitar de los demócratas de América Latina. Los vamos a necesitar muy cerca de Venezuela, porque esa cruel indiferencia de algunos países y de algunos gobiernos, no sólo ha hecho un daño perverso a Venezuela, sino también a la región, porque aquellos que piensen que el drama venezolano puede contenerse dentro de nuestras fronteras se equivocan. Esto es un proyecto que tiene una visión expansionista.
El trabajo de Venezuela lo vamos a hacer los venezolanos, pero sí les pedimos que nos ayuden a que no se haga más duro y que podamos al final aprender una gran lección. Yo esto lo repito permanentemente, la lección de nuestra generación, los que nacimos en democracia en Venezuela sentimos que habíamos heredado la democracia, que otros, nuestros antepasados, otras generaciones habían luchado por conquistar la democracia y la libertad, y que así como nosotros la habíamos heredado se la íbamos a dejar a nuestros hijos, pero hemos aprendido que la democracia y la libertad no se heredan, se conquistan cada día por cada generación, y ése es el gran legado que le damos a nuestros hijos, para que ellos la cuiden y nunca jamás vuelva a existir un régimen opresor sobre nuestra tierra.
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