Testimonios de El Toco

“En El Toco nos sentimos los más olvidados por las autoridades”

El lodo forma parte del paisaje del sector agrícola del municipio Antolín del Campo. Trabajadores de la tierra piden mayor atención. Las fallas en los servicios públicos son constantes, con o sin la lluvia.

NINOSKA FIGUEREDO RENGEL

Por 48 horas estuvieron incomunicados los habitantes del sector El Toco, Antolín del Campo. La fuerte lluvia del lunes en la madrugada provocó que las quebradas que atraviesan el sector se activaran y cubrieran de fango las vías de acceso.
El sol salió este miércoles en la mañana y permitió a los pobladores hacer una evaluación de los daños... Cinco casas afectadas y 52 familias viviendo en una zona de riesgo.

Una de las calles que más daños presenta es la “5 de Marzo”, donde reside Andrés Riondo, un agricultor que en diciembre vio cómo su cosecha fue arrastrada por un deslave y en esta semana sintió que la historia se repetiría. “El sonido que produce el agua con el lodo y todo lo que arrastra no lo podría explicar, es horrible”.

Riondo, de 63 años, señaló que la quebrada que se formó al lado de su casa tenía por lo menos dos metros de profundidad. Con las precipitaciones del lunes y martes sus niveles subieron, permitiendo cruzarla sin inconvenientes. “El barro que trajo quedó al lado de tres casas. Nosotros acumulamos un poco más de tierra para resguardarlas y por eso esta vez los daños no fueron tantos. Yo estoy como recién casado, porque le tuve que comprar todos los corotos a la mujer”.

Detrás de la casa del agricultor está la vivienda de José Antonio Compres, un joven que junto a su esposa cría a una niña de dos años. Las pérdidas que dejó la vaguada de diciembre a esta pareja son considerables. Sólo en el taller mecánico para motocicletas que tenían, el agua se llevó aproximadamente 40 mil bolívares entre herramientas, repuestos y motocicletas que estaban por repararse. “Todavía estoy pagando las motos que tenía en el taller. Hay quienes me amenazan con llevarme ante la Fiscalía. Yo estoy pagando como puedo, porque mi herramienta de trabajo la perdí”.

RECLAMOLugareños de El Toco manifiestan sentirse olvidados por las autoridades. “Vemos que toda la ayuda está en el pueblo de Aricagua. No ven que los campesinos nos estamos ahogando”, dijo entristecido Riondo, mientras miraba las montañas vecinas a su casa, cerros que muestran por lo menos cinco deslaves.

Mientras el trabajador de la tierra y también soldador enumeraba las necesidades de su comunidad, los vecinos se iban acercando. La voz de una mujer mayor se escuchó a los lejos. “Allá voy Andrés ooo!… con el machete en la mano”. Era la trabajadora del campo Elvira Rojas, quien recordó que hace tres meses le prometieron un techo nuevo (literalmente). “Las láminas de zinc que tenía mi casa se las llevó el viento, unos vecinos me ayudaron con algunas que son las que tengo ahorita”.

Mostrando la precaria vivienda donde reside con su hija y nietos, recordó que hace 10 años le prometieron cambiar su “rancho por una casa”; y más reciente, en diciembre, le aseguraron que en 15 días tendría un lugar donde vivir, sin riesgo de una nueva inundación. “Será en 15 años que nos van a ayudar”.